En la región de los Huistas, todavía poca conocida, del departamento de Huehuetenango, lagos, ríos y cenotes de aguas turquesas o el impresionante Hoyo Cimarrón con su bosque misterioso, son algunas muestras de las bellezas naturales de la región. Mientras los incontables sitios arqueológicos y pinturas rupestres atestiguan de su ocupación ancestral.
Para descubrirla, la antigua casona de la Finca Chaculá, cargada de un siglo de historia y leyendas, abrió sus puertas a los visitantes, ofreciéndoles un verdadero refugio de descanso y de paz así como amplias y románticas habitaciones con chimeneas, que lo transportan al siglo pasado. Una cabaña anexa es ideal para grupos a menos que prefieran acampar a la orilla de su nostálgica laguna. Un equipo de guías de turismo comunitario los espera, si lo desean, para acompañarlos en sus excursiones. Al final del día, un baño en el temascal resulta una experiencia relajante y culturalmente enriquecedora antes de la cena convivial frente a la chimenea.
La posada pertenece a la comunidad de Chaculá, compuesta por 210 familias antiguamente refugiadas en México, por lo que la estadía permite además una extraordinaria oportunidad de compartir un poco de su increíble historia, de su interesante visión a futuro así como sencillos y cálidos momentos de vida.